Prosigamos:

Te fuiste y yo no sé que camino elegir, llorar o volver a reír. Pregúntale a tu corazón si así vale la pena.
¿Sabes? Tu me enseñaste a reír sintiendo auténtica felicidad.
Volvamos a jugar al juego en el que yo era tu <<princesa>>, porque cuando estás lejos mi corazón no emite latido alguno, y mi cabeza me pregunta cuando nos volveremos a esconder en un beso así,
Cuando por fin de luchar me cansé, más profundo caí, más lloré... La vida no es como un libro de cuentos, no soy un ángel ni lo seré jamás. Mi vida te la has quedado tú; mis sueños se rompen de golpe y necesito que me digas quien va a venir a ocupar tu lugar. Si la calidez de la pasión, el corazón se queda vacío... Dame una razón importante por la cual me tenga que rendir ante el destino y olvidarte, porque nunca se me ha dado bien ser sumisa ante las imposiciones. Aunque tardes una vida yo jamás renunciaré. ¿Porqué me dijiste que me amabas? Tu ausencia me mata; hay algo que no me consigo explicar, ahora... ¿porqué me haces llorar? Todo mi cuerpo quiere que estés conmigo ya, que me rodees con tus brazos. Buscaré un lugar para perderme por ti, sin ti. Hoy te perdí una vez más al despertar... Mi amor, míralo, pintando un cuadro sin color. Si te sientes solo, háblame, que te estaré escuchando, dándome cuenta de que cada vez me queda menos. A estas alturas ya no puedo echar el freno, lo quiero para mí, y cuando tengo algo tan grabado a fuego en la cabeza como lo estás tú, es prácticamente imposible que lo deje estar. Su amor es lo más grande que me puedo imaginar. Dímelo al oído una y otra vez... Dime que me quieres porque contigo lo peor es superior a lo más grande, y si no estás... la palabra <<amor>> cobra un significado totalmente diferente.